¿Emprender o no emprender?
Queríamos estrenar el blog de PsicoEmprende planteándoos, quizá, la primera pregunta y más importante que todo psicólogo se tiene que hacer: ¿Me lanzo a emprender o busco trabajar para otros? Seguramente, después de terminar la carrera, te encuentres haciendo un periplo formativo de másters y cursos y echando curriculums en diferentes entidades. Y muy probablemente se te ha pasado por la cabeza montar algo por tu cuenta, pero puede que te eches atrás por diferentes miedos. Queremos repasar contigo algunos puntos que quizá te ayuden a tomar la decisión:
Rebaja en la cuota de autónomos:
En la actualidad, año 2015, el gobierno central aprobó una tarifa plana para nuevos autónomos o para aquellos que lleven 3 años sin haber estado dado de alta como autónomo. Esto supone que, durante los 6 primeros meses, sólo tendrías que pagar 50 euros por estar dado de alta y el resto de meses hasta cumplir el mes 18, también contarías con rebajas de la cuota mínima normal que son 265 euros. Esto hace que puedas facturar a tus pacientes y poder cotizar a la Seguridad Social.
Mayor libertad:
Ser autónomo te permitirá algo que es muy valioso: Libertad. Libertad en cuanto a horarios, campos de trabajo, etc. Si te organizas bien la agenda y agrupas a tus pacientes en unos días de la semana, puede quedarte hasta días de la semana libres!!
Tu sueldo no quedará limitado:
Tu sueldo irá creciendo según el número de pacientes y talleres que lleves a cabo y no estarás encorsetado por un sueldo fijo mensual. Esto, obviamente, es un arma de doble filo. Porque, por otro lado, puede que haya meses que tus ganancias sean bajas, pero ahí está tu capacidad de moverte para captar pacientes (a lo que te ayudamos también en esta plataforma).
Empieza poco a poco, sin invertir mucho:
No hace falta ni mucho menos tener un despacho propio para poder comenzar como psicólogo autónomo. Ni mucho menos. Es más, lo más sensato es no meterse en muchos gastos fijos al mes al principio, hasta que no tengas una buena cartera de pacientes. Lo esencial al principio es: Hacerse una web, unas tarjetas y buscar un despacho de alquiler por horas (aquí también te facilitamos todo eso).
Vencer la soledad del autónomo:
Es importante que, sobre todo al principio, no te sientas sólo aunque vayas en solitario. Al compartir un despacho por horas con otros psicólogos, puedes hacer piña con ellos e, incluso, derivaros casos o trabajar en red y hacer algún proyecto en común.
El vértigo de los primeros casos: Es normal sentir cierto miedo a la hora de enfrentarse a casos nuevos, sobre todo, si son más complicados. Por eso, desde PsicoEmprende ofrecemos un servicio de supervisión para que este punto no sea una excusa para no emprender.
Y después de estas claves, ya sabes. Es el momento de lanzarse a emprender tu propio negocio. Y para ello, puedes contar con nosotros: 635 625 488.
Pablo López.